El consejero, durante su participación en la Conferencia Sectorial
El consejero de Medio Ambiente ha participado por videoconferencia en la Conferencia Sectorial de Política Medioambiental
Santander – 11.03.2022
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha participado hoy, por videoconferencia, en la Conferencia Sectorial de Política Medioambiental, en la que se ha analizado la propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo Relativo a las pilas y baterías, así como sus residuos.
Al igual que el resto de las comunidades autónomas, Cantabria ha trasladado su apoyo a la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) para mejorar la sostenibilidad medioambiental de las pilas y baterías con el fin de establecer requisitos de sostenibilidad, seguridad, etiquetado e información para permitir la introducción en el mercado o la puesta en servicio de pilas y baterías, así como requisitos para la recogida, el tratamiento y el reciclado de sus residuos, reduciendo así los impactos ambientales y sociales en todas las fases de su ciclo de vida.
Teniendo en cuenta la importancia estratégica de las pilas y baterías y el aumento de su uso, la propuesta del MITERD aborda el ciclo de vida íntegro y establece requisitos relacionados con la fase de fin de vida útil con el objetivo de abordar las implicaciones ambientales de las pilas y baterías y, en concreto, para respaldar la creación de mercados de reciclado para las pilas y baterías, así como mercados de materias primas secundarias procedentes de pilas y baterías con el fin de cerrar los ciclos de los materiales.
El objetivo de la propuesta ministerial de reforzar la sostenibilidad de las pilas y baterías a lo largo de su ciclo de vida y garantizar requisitos mínimos de sostenibilidad para todas aquellas introducidas en el mercado interior de la Unión Europea.
También aumentar la resiliencia de la cadena de suministro de materias primas para la producción de pilas y baterías en la Unión Europea, aprovechando el potencial de la economía circular, así como reducir los impactos ambientales y sociales en todas las fases del ciclo de vida de las pilas.
Las comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, han valorado de manera conjunta la propuesta de reglamento del Ministerio porque encaja con el marco estratégico del Pacto Verde Europeo, al que se han referido como una herramienta para conseguir los objetivos de promover el desarrollo sostenible, incentivar la movilidad eléctrica y ecológica, la energía limpia y conseguir la neutralidad climática para el año 2050.
Conscientes del papel fundamental de las pilas y baterías para la transición ecológica y que en los próximos años se incrementará de manera masiva su uso en todos los ámbitos, los consejeros de las distintas comunidades autónomas han coincidido en apostar por optimizar su rendimiento, durabilidad, seguridad y reducir su impacto ambiental, con mención especial a la huella de carbono.
También han defendido el abastecimiento sostenible de los recursos minerales necesarios para la fabricación de pilas y baterías, sin que su extracción, transformación y comercio incrementen los riesgos ambientales y sociales en ningún lugar del mundo.
Para ello, han considerado fundamental el aumento de la circularidad y la eficiencia en su uso, la definición de un sistema eficiente de recogida separada y transporte universal de pilas y baterías para garantizar el incremento del reciclado y la recuperación de dichas materias prima, reincorporándolas de nuevo en el ciclo económico.
Respecto a los nuevos requisitos de etiquetado e información, han indicado que representan un avance importante y contribuyen a garantizar que todos los actores implicados, incluidos los responsables de su gestión como residuo, sean conscientes de las implicaciones y puedan tomar las mejore decisiones durante todo el ciclo de vida de las pilas y baterías.
Por otro lado, se han mostrado partidarios de promover una segunda vida de las baterías industriales y de vehículos eléctricos que no resulten apropiadas para el objetivo inicial, de modo que se destinen un fin distinto como baterías estacionarias de almacenamiento de energía, siempre que se garantice la seguridad y la calidad necesaria, en aplicación práctica de la jerarquía de residuos.
Han exigido que todos los residuos de pilas y baterías se sometan a un tratamiento y reciclado apropiados, teniendo en cuenta los avances técnicos y científicos, y han incidido en la necesidad de una importante financiación y simplificación administrativa a la hora de impulsar la transición hacia una economía circular como sistema productivo hipocarbónico en línea con el Pacto Verde Europeo.